¿Qué ve el experto al catar un vino?
Fase visual:
Lo primero que aprecia es lógicamente el color del vino. esto le dice si estamos ante un vino blanco, rosado, tinto, del tipo PX (caoba), etc.
Antes de apreciar el color real del vino con sus matices(inclinando la copa), hay detalles que se aprecian a simple vista como, por ejemplo, la burbuja o la espuma. Esto le dice si estamos ante un vino tranquilo, espumoso o muy joven (restos de carbónico).
Al mover ligeramente la copa aprecia la densidad del vino y la formación de lágrimas (indicativo de que estamos ante un vino glicérico, rico en alcohol o dulce).
Se puede apreciar el brillo del vino y si tiene posos o turbideces.
*Hasta ahora ,si el experto aprecia que el vino es muy fluido y con ligera espuma, sabe que está ante un vino joven.
Fase visual:
Lo primero que aprecia es lógicamente el color del vino. esto le dice si estamos ante un vino blanco, rosado, tinto, del tipo PX (caoba), etc.
Antes de apreciar el color real del vino con sus matices(inclinando la copa), hay detalles que se aprecian a simple vista como, por ejemplo, la burbuja o la espuma. Esto le dice si estamos ante un vino tranquilo, espumoso o muy joven (restos de carbónico).
Al mover ligeramente la copa aprecia la densidad del vino y la formación de lágrimas (indicativo de que estamos ante un vino glicérico, rico en alcohol o dulce).
Se puede apreciar el brillo del vino y si tiene posos o turbideces.
*Hasta ahora ,si el experto aprecia que el vino es muy fluido y con ligera espuma, sabe que está ante un vino joven.
*Si lo ve luminoso y brillante le confirma la juventud y su mayor acidez.*Si forma mucha lagrima y es denso sabrá que estamos ante un vino con alta graduación o de alguna variedad de uva glicérica.
Al inclinar la copa se fijará más detenidamente, apreciando el color en el centro de la copa y en el borde y, colocando un dedo detrás de la copa observará la capa (de transparente a opaco).
Ahora el experto ya se ha hecho una idea aproximada de la edad del vino, de la zona geográfica, el tipo de uva e incluso del método de elaboración.Se puede decir que el catador todavía no sabe lo que tiene delante, pero sí tiene claro lo que no es.
Después agitará levemente la copa y la olerá. Descubrirá sobre todo los aromas primarios que son los que primero aparecen. Después agitará otra vez la copa para extraer los aromas secundarios y terciarios. Ahora ya tendrá una idea mucho mayor de qué tiene ante sí y, además, aclarará algunas dudas de la fase visual.
En este momento el catador descarta con mayor seguridad lo que no es y tendrá más pistas sobre la elaboración del vino, la variedad, la zona geográfica, etc.
Por último provará el vino, medirá la acidez, amargor, dulzor, untuosidad, duración de las sensaciones, etc. y analizará más a fondo el aroma (por vía retronasal).
El profesional puede ahora ya emitir un juicio sobre el vino que ha probado. Otra cosa es saber la marca y añada concreta de un vino, algo que pocos catadores pueden hacer sin temor a hacer el ridículo. Para conseguirlo el experto debe tener conocimientos actualizados sobre bodegas, terruños, nuevas elaboraciones o datos climáticos muy extensos.
Al inclinar la copa se fijará más detenidamente, apreciando el color en el centro de la copa y en el borde y, colocando un dedo detrás de la copa observará la capa (de transparente a opaco).
Ahora el experto ya se ha hecho una idea aproximada de la edad del vino, de la zona geográfica, el tipo de uva e incluso del método de elaboración.Se puede decir que el catador todavía no sabe lo que tiene delante, pero sí tiene claro lo que no es.
Después agitará levemente la copa y la olerá. Descubrirá sobre todo los aromas primarios que son los que primero aparecen. Después agitará otra vez la copa para extraer los aromas secundarios y terciarios. Ahora ya tendrá una idea mucho mayor de qué tiene ante sí y, además, aclarará algunas dudas de la fase visual.
En este momento el catador descarta con mayor seguridad lo que no es y tendrá más pistas sobre la elaboración del vino, la variedad, la zona geográfica, etc.
Por último provará el vino, medirá la acidez, amargor, dulzor, untuosidad, duración de las sensaciones, etc. y analizará más a fondo el aroma (por vía retronasal).
El profesional puede ahora ya emitir un juicio sobre el vino que ha probado. Otra cosa es saber la marca y añada concreta de un vino, algo que pocos catadores pueden hacer sin temor a hacer el ridículo. Para conseguirlo el experto debe tener conocimientos actualizados sobre bodegas, terruños, nuevas elaboraciones o datos climáticos muy extensos.
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