Las causas que pueden estropear una cosecha o parte de ella son múltiples. Pueden ser hongos, parásitos, bacterias, insectos, animales, excesos de agua, productos químicos... A continuación os hago una lista de algunas plagas y enfermedades frecuentes en la vid.
1. Oidio en la Vid (Uncinula necator): El hongo se desarrolla sobre hojas, brotes y frutos, apreciándose en ellos las típicas manchas harinosas blancas. Los daños más importantes son los causados a los frutos.
2. Mildiu de la vid (Plasmopara viticola):Ataca sobre todo a hojas. En primavera aparece la típica mancha aceitosa en el haz de la hoja, verde apagado amarillenta y por el envés, coincidiendo con ella, una borra algodonosa. Las hojas terminan secándose.
3. Podredumbre gris de las uvas (Botrytis cinerea): Ataca fundamentalmente a racimos próximos a la maduración. Los granos quedan recubiertos con un micelio del hongo, de color grisáceo y se secan. Se propaga la enfermedad por contacto. También ataca hongos saprofitos tipo Penicillium, que tienen un micelio verde azulado.
4. Yesca (Stereum necator): Es una enfermedad fúngica caracterizada por la desecación repentina, en pleno verano, de cepas que unos días antes tenían una vegetación exuberante (un brazo que se seca o toda la cepa).
5. Eutipiosis o Eutipia (Eutypa lata): Hongo de reciente aparición que está causando importantes daños. Ataca todos los órganos verdes de la vid. Las hojas son más pequeñas y deformadas, cloróticas y con necrosis en los bordes. Decaimiento de los brotes, con brotaciones raquíticas y tallos débiles con entrenudos cortos. Corrimiento de los racimos que pueden incluso abortarse. En los pulgares o brazos de la cepa se observan lesiones negruzcas con necrosis de las zonas atacadas.
6. Podredumbre blanca de las raíces (Armillaria mellea y Rosellinia necatrix): Son hongos muy polífagos. Puede afectar todos los frutales, cítricos, olivo, vid, algarrobos y también árboles forestales (pinos, chopos, etc.) y ornamentales. Las raíces se pudren y sobre su corteza se observa un micelio blancuzco que más tarde se vuelve parduzco y casi negro. Acarrea la muerte del árbol y de todos los que se planten en su lugar.
7. Negrilla: Pulgones, Cochinillas y Moscas blancas excretan una sustancia azucarada sobre la que se asienta este hongo llamado comúnmente Negrilla o Mangla. Se observa como un polvo negro seco en hojas y frutos. Deprecia los frutos y afecta al vigor de la planta.
8. Tumores o Agallas del cuello (Agrobacterium tumefaciens): El Tumor del cuello es una enfermedad provocada por la bacteria Agrobacterium tumefaciens. La Agalla del cuello ataca a todos los frutales, vid, árboles ornamentales y forestales. Ataca sobre toda a árboles muy jóvenes en vivero o en los primero años de plantación.
9. Virosis de la vid: Los síntomas de virosis son muy diversos y difíciles de diagnosticar, ya que se confunden con otras patologías y trastornos como desórdenes nutricionales, daños por insectos, bacterias y hongos. La determinación precisa es de laboratorio.
10. Polilla del racimo(L. botrana): Es capaz de desarrollarse sobre un gran número se especies vegetales agrestes y cultivadas, dada su extensa polifagia. En la revisión de BOVEY (1966) se señalan 15 especies a las que se asocia naturalmente L. botrana.
11. Filoxera: La filoxera es el enemigo más temible de la vid. Es un pulgón (Phylloxera vastatrix Planchon.) cuyo único huésped conocido es la vid. La filoxera se encuentra en las formas "gallícola", "radicícola" y "alada y sexuada". En sus formas radicíola vive y se alimenta de las sustancias contenidas en la raíz mediante sus picaduras, siendo al poco tiempo causa de podredumbre de la raíz y de la muerte de la planta.
12. Gusanos blancos: Las larvas de Melolontha melolontha L., Melolontha hippocastani L. y Anoxia villosa L. causan, a veces, marras importantes en las plantaciones jóvenes y en los viveros. Los adultos miden de 25 a 30 mm, su cuerpo es de color oscuro-negro y alas de color rojo-pardo. Las larvas miden de 40 a 46 mm., son arqueadas y de color blanco lechoso, con la cabeza gruesa y provista de fuertes mandíbulas. Los daños están provocados por las larvas sobre los portainjertos entre los 20-40 cm de profundidad, mediante mordeduras a distintas alturas casi siempre de forma helicoidal, ocasionando en las cepas una vegetación raquítica e incluso la muerte.
13. Piral: Se trata de una mariposa cuya oruga devora tanto las hojas como los racimos jóvenes.
14. Altica: Este pequeño coleóptero (Haltica ampelophaga Guer.) provoca diversos síntomas y daños en la vid. Los adultos perforan el limbo de las hojas practicando agujeros más o menos extensos, y las larvas respetan la epidermis de la cara opuesta y los nervios de las hojas, dejándolas con aspecto parecido a un fino encaje. Si el ataque es importante puede afectar a las hojas incipientes de las yemas que acaban de abrir, llegando a atacar incluso a los racimos recién formados, lo que supone unas pérdidas en la cosecha. Desde el punto de vista práctico solo causan daños de importancia los adultos procedentes de la invernación, y las larvas de la primera generación, que es cuando la vid comienza su desarrollo vegetativo y es más sensible a los ataques.
15. Termitas: Las termitas, hormigas blancas o comegés más comunes en las cepas son Calotermes flaviocollis, F. y Reticulitermes lucifugus Rossi, ambas pertenecientes al orden Isopteros. Los síntomas y daños que provocan se manifiestan en el interior del tronco y brazos de las cepas, por zonas carcomidas y profundas galerías ocupadas por las hormigas blancas. Al excavar sus galerías entre la madera podrida y las partes sanas, cada año la parte de madera sana se va reduciendo, por lo que la cepa parcialmente vacía por el interior, pierde vigor y la vegetación languidece, la cepa se vuelve muy frágil y llega a morir.
16. Erinosis: Se trata de un ácaro (Eriophyes vitis. sin. Colomerus vitis) que produce abultamientos en la cara superior de las hojas; en la cara inferior se manifiesta por la presencia de un polvillo blanco, a veces rosa, que se vuelve oscuro y que es el que abriga las larvas del parásito. Los daños en general son poco graves.
17. Ácaros tetraníquidos: Los ácaros tetraníquidos, Panonychus ulmi y Tetranychus urticae pueden causar daños potencialmente elevados en las superficies vitícolas cuando las condiciones estivales les resultan favorables. Los daños producidos consisten en un descenso de la graduación de azúcar, retraso en la maduración e incompleta lignificación de los pedúnculos.
18. Acariosis: Se conoce así a los daños producidos por un pequeño ácaro de la familia de los eriófidos (Calepitrimerus vitis Nal., sin. Phyllocoptes vitis Nal.). Los síntomas durante el inicio de la brotación se manifiestan por una brotación anormal muy lenta, hojas abarquilladas con abultamientos, nervios de las hojas muy patentes, entrenudos cortos y un mal cuajado. Las hojas presentan numerosas picaduras que se ven por transparencia, rodeadas de minúsculas manchas claras. Los daños más importantes están causados por las hembras invernantes al iniciarse el desborre, ya que dificultan la brotación de las yemas, provocando posteriormente el aborto de algunas flores y un mal cuajado.
19. Cochinillas: Las cochinillas que afectan a la vid son: Pseudococcus vitis, Eulecanium persica y Pulvinaria vitis. Siendo todas chupadoras de las sustancias elaboradas por la planta. Generalmente las cochinillas suelen invadir la vid cultivada en forma de parral o en empalizada en terrenos muy fértiles, que den lugar a una vegetación muy frondosa. Las cochinillas debilitan a la planta con sus picaduras y reducen la producción de fruto. Viven en las partes aéreas pegadas a los sarmientos, permaneciendo las hembras una vez pegado su pico inmóviles durante toda su vida.
20. Caracoles: Los daños que producen los caracoles (Teba pisana) se inician en la brotación, mordisqueando posteriormente las hojas y a veces los racimos, a los que también ensucian con sus secreciones. Tienen preferencia por los terrenos húmedos y con abundantes malas hierbas.Si las cepas tienen un buen vigor y la brotación es suficientemente rápida, los daños ocasionados no son importantes.
21: Antracnosis: El ectoparásito Glocosporium ampelophagum es el causante de esta enfermedad. El hongo inverna en los sarmientos afectados y en primavera da lugar a los conidios, que son los causantes de la enfermedad. Para que estos conidios den lugar a la infección precisan una temperatura superior a los 15ºC con rocíos, lluvias y nieblas. Esta enfermedad se desarrolla sobre todos los órganos jóvenes.
22. Podredumbre negra de la uva: Esta enfermedad es conocida también como "Black-Rot" y es provocada por el endoparásito Guignardia bidwellii. La invasión del hongo se origina por las ascosporas y etilosporas procedentes de las uvas atacadas el año anterior, y que han sobrevivido a las bajas temperaturas invernales.
23: Podredumbre de las raíces: En terrenos de naturaleza húmeda, las raíces de la vid pueden verse afectadas de podredumbre como causa de la invasión de los endoparásitos Armillaria mellea y Rosellinia necatrix. Normalmente se suele manifestar en plantaciones jóvenes con subsuelo impermeable. Las plantas procedentes de viveros infectados introducen la enfermedad en el viñedo. En determinados puntos del viñedo se presenta una vegetación débil, los brotes son cortos y las hojas pequeñas y claras. Este debilitamiento afecta progresivamente a las cepas vecinas, mientras que las primeras se marchitan y mueren. Las cepas muertas se arrancan fácilmente; sus raíces están ennegrecidas y bajo su corteza se constata la presencia de filamentos blanquecinos enmarañados.
24. Excoriosis: El origen geográfico de la excoriosis es incierto, pero parece ser que ha estado siempre en los viñedos europeos sin llamar mucho la atención, debido por un lado a que sus síntomas podían confundirse con la antracnosis y por otro lado a la ausencia de las condiciones ideales para su difusión. Esta enfermedad está provocada por el hongo Phomopsis viticola Sacc, y puede afectar a todos los órganos verdes de la vid, siendo su sintomatología parecida, pero los daños que ocasiona en cada uno de ellos son diferentes. Pero los daños más importantes aparecen sobre los sarmientos.
25. Necrosis bacteriana: La necrosis bacteriana es una enfermedad producida por Xanthomonas ampelina Panagopoulos que penetra en la planta a través de las heridas provocadas por la poda, laboreo del suelo, injertos, etc. Las yemas y los brotes jóvenes contaminados poco después del desborre a partir de las heridas de poda, se desecan y mueren. Normalmente los brotes afectados presentan sectorialmente un oscurecimiento y una ligera hinchazón de los tejidos, se agrietan y después se necrosan. Las hojas pueden presentar sectores secos en el peciolo o pequeñas manchas dispersas en el limbo de aspecto aceitoso. Los botones florales se ennegrecen y se secan.
26. Flavescencia dorada: El agente patógeno es un micoplasma transmitido por un cicadélido, Scaphoideus littoralis Ball, que vive únicamente en la vid. Las cepas enfermas presentan en algunas variedades un porte llorón. Los síntomas pueden estar localizados en algunos pámpanos de la cepa o afectar a toda la planta, aparecen a finales de primavera y en verano. Normalmente las hojas se vuelven duras, quebradizas y se enrollan hacia abajo, adquiriendo una coloración amarilla en las variedades blancas o rojo en las tintas. Las inflorescencias se desecan y caen convertidas en polvo, el raspón se seca y las bayas se arrugan y no maduran.
1. Oidio en la Vid (Uncinula necator): El hongo se desarrolla sobre hojas, brotes y frutos, apreciándose en ellos las típicas manchas harinosas blancas. Los daños más importantes son los causados a los frutos.
2. Mildiu de la vid (Plasmopara viticola):Ataca sobre todo a hojas. En primavera aparece la típica mancha aceitosa en el haz de la hoja, verde apagado amarillenta y por el envés, coincidiendo con ella, una borra algodonosa. Las hojas terminan secándose.
3. Podredumbre gris de las uvas (Botrytis cinerea): Ataca fundamentalmente a racimos próximos a la maduración. Los granos quedan recubiertos con un micelio del hongo, de color grisáceo y se secan. Se propaga la enfermedad por contacto. También ataca hongos saprofitos tipo Penicillium, que tienen un micelio verde azulado.
4. Yesca (Stereum necator): Es una enfermedad fúngica caracterizada por la desecación repentina, en pleno verano, de cepas que unos días antes tenían una vegetación exuberante (un brazo que se seca o toda la cepa).
5. Eutipiosis o Eutipia (Eutypa lata): Hongo de reciente aparición que está causando importantes daños. Ataca todos los órganos verdes de la vid. Las hojas son más pequeñas y deformadas, cloróticas y con necrosis en los bordes. Decaimiento de los brotes, con brotaciones raquíticas y tallos débiles con entrenudos cortos. Corrimiento de los racimos que pueden incluso abortarse. En los pulgares o brazos de la cepa se observan lesiones negruzcas con necrosis de las zonas atacadas.
6. Podredumbre blanca de las raíces (Armillaria mellea y Rosellinia necatrix): Son hongos muy polífagos. Puede afectar todos los frutales, cítricos, olivo, vid, algarrobos y también árboles forestales (pinos, chopos, etc.) y ornamentales. Las raíces se pudren y sobre su corteza se observa un micelio blancuzco que más tarde se vuelve parduzco y casi negro. Acarrea la muerte del árbol y de todos los que se planten en su lugar.
7. Negrilla: Pulgones, Cochinillas y Moscas blancas excretan una sustancia azucarada sobre la que se asienta este hongo llamado comúnmente Negrilla o Mangla. Se observa como un polvo negro seco en hojas y frutos. Deprecia los frutos y afecta al vigor de la planta.
8. Tumores o Agallas del cuello (Agrobacterium tumefaciens): El Tumor del cuello es una enfermedad provocada por la bacteria Agrobacterium tumefaciens. La Agalla del cuello ataca a todos los frutales, vid, árboles ornamentales y forestales. Ataca sobre toda a árboles muy jóvenes en vivero o en los primero años de plantación.
9. Virosis de la vid: Los síntomas de virosis son muy diversos y difíciles de diagnosticar, ya que se confunden con otras patologías y trastornos como desórdenes nutricionales, daños por insectos, bacterias y hongos. La determinación precisa es de laboratorio.
10. Polilla del racimo(L. botrana): Es capaz de desarrollarse sobre un gran número se especies vegetales agrestes y cultivadas, dada su extensa polifagia. En la revisión de BOVEY (1966) se señalan 15 especies a las que se asocia naturalmente L. botrana.
11. Filoxera: La filoxera es el enemigo más temible de la vid. Es un pulgón (Phylloxera vastatrix Planchon.) cuyo único huésped conocido es la vid. La filoxera se encuentra en las formas "gallícola", "radicícola" y "alada y sexuada". En sus formas radicíola vive y se alimenta de las sustancias contenidas en la raíz mediante sus picaduras, siendo al poco tiempo causa de podredumbre de la raíz y de la muerte de la planta.
12. Gusanos blancos: Las larvas de Melolontha melolontha L., Melolontha hippocastani L. y Anoxia villosa L. causan, a veces, marras importantes en las plantaciones jóvenes y en los viveros. Los adultos miden de 25 a 30 mm, su cuerpo es de color oscuro-negro y alas de color rojo-pardo. Las larvas miden de 40 a 46 mm., son arqueadas y de color blanco lechoso, con la cabeza gruesa y provista de fuertes mandíbulas. Los daños están provocados por las larvas sobre los portainjertos entre los 20-40 cm de profundidad, mediante mordeduras a distintas alturas casi siempre de forma helicoidal, ocasionando en las cepas una vegetación raquítica e incluso la muerte.
13. Piral: Se trata de una mariposa cuya oruga devora tanto las hojas como los racimos jóvenes.
14. Altica: Este pequeño coleóptero (Haltica ampelophaga Guer.) provoca diversos síntomas y daños en la vid. Los adultos perforan el limbo de las hojas practicando agujeros más o menos extensos, y las larvas respetan la epidermis de la cara opuesta y los nervios de las hojas, dejándolas con aspecto parecido a un fino encaje. Si el ataque es importante puede afectar a las hojas incipientes de las yemas que acaban de abrir, llegando a atacar incluso a los racimos recién formados, lo que supone unas pérdidas en la cosecha. Desde el punto de vista práctico solo causan daños de importancia los adultos procedentes de la invernación, y las larvas de la primera generación, que es cuando la vid comienza su desarrollo vegetativo y es más sensible a los ataques.
15. Termitas: Las termitas, hormigas blancas o comegés más comunes en las cepas son Calotermes flaviocollis, F. y Reticulitermes lucifugus Rossi, ambas pertenecientes al orden Isopteros. Los síntomas y daños que provocan se manifiestan en el interior del tronco y brazos de las cepas, por zonas carcomidas y profundas galerías ocupadas por las hormigas blancas. Al excavar sus galerías entre la madera podrida y las partes sanas, cada año la parte de madera sana se va reduciendo, por lo que la cepa parcialmente vacía por el interior, pierde vigor y la vegetación languidece, la cepa se vuelve muy frágil y llega a morir.
16. Erinosis: Se trata de un ácaro (Eriophyes vitis. sin. Colomerus vitis) que produce abultamientos en la cara superior de las hojas; en la cara inferior se manifiesta por la presencia de un polvillo blanco, a veces rosa, que se vuelve oscuro y que es el que abriga las larvas del parásito. Los daños en general son poco graves.
17. Ácaros tetraníquidos: Los ácaros tetraníquidos, Panonychus ulmi y Tetranychus urticae pueden causar daños potencialmente elevados en las superficies vitícolas cuando las condiciones estivales les resultan favorables. Los daños producidos consisten en un descenso de la graduación de azúcar, retraso en la maduración e incompleta lignificación de los pedúnculos.
18. Acariosis: Se conoce así a los daños producidos por un pequeño ácaro de la familia de los eriófidos (Calepitrimerus vitis Nal., sin. Phyllocoptes vitis Nal.). Los síntomas durante el inicio de la brotación se manifiestan por una brotación anormal muy lenta, hojas abarquilladas con abultamientos, nervios de las hojas muy patentes, entrenudos cortos y un mal cuajado. Las hojas presentan numerosas picaduras que se ven por transparencia, rodeadas de minúsculas manchas claras. Los daños más importantes están causados por las hembras invernantes al iniciarse el desborre, ya que dificultan la brotación de las yemas, provocando posteriormente el aborto de algunas flores y un mal cuajado.
19. Cochinillas: Las cochinillas que afectan a la vid son: Pseudococcus vitis, Eulecanium persica y Pulvinaria vitis. Siendo todas chupadoras de las sustancias elaboradas por la planta. Generalmente las cochinillas suelen invadir la vid cultivada en forma de parral o en empalizada en terrenos muy fértiles, que den lugar a una vegetación muy frondosa. Las cochinillas debilitan a la planta con sus picaduras y reducen la producción de fruto. Viven en las partes aéreas pegadas a los sarmientos, permaneciendo las hembras una vez pegado su pico inmóviles durante toda su vida.
20. Caracoles: Los daños que producen los caracoles (Teba pisana) se inician en la brotación, mordisqueando posteriormente las hojas y a veces los racimos, a los que también ensucian con sus secreciones. Tienen preferencia por los terrenos húmedos y con abundantes malas hierbas.Si las cepas tienen un buen vigor y la brotación es suficientemente rápida, los daños ocasionados no son importantes.
21: Antracnosis: El ectoparásito Glocosporium ampelophagum es el causante de esta enfermedad. El hongo inverna en los sarmientos afectados y en primavera da lugar a los conidios, que son los causantes de la enfermedad. Para que estos conidios den lugar a la infección precisan una temperatura superior a los 15ºC con rocíos, lluvias y nieblas. Esta enfermedad se desarrolla sobre todos los órganos jóvenes.
22. Podredumbre negra de la uva: Esta enfermedad es conocida también como "Black-Rot" y es provocada por el endoparásito Guignardia bidwellii. La invasión del hongo se origina por las ascosporas y etilosporas procedentes de las uvas atacadas el año anterior, y que han sobrevivido a las bajas temperaturas invernales.
23: Podredumbre de las raíces: En terrenos de naturaleza húmeda, las raíces de la vid pueden verse afectadas de podredumbre como causa de la invasión de los endoparásitos Armillaria mellea y Rosellinia necatrix. Normalmente se suele manifestar en plantaciones jóvenes con subsuelo impermeable. Las plantas procedentes de viveros infectados introducen la enfermedad en el viñedo. En determinados puntos del viñedo se presenta una vegetación débil, los brotes son cortos y las hojas pequeñas y claras. Este debilitamiento afecta progresivamente a las cepas vecinas, mientras que las primeras se marchitan y mueren. Las cepas muertas se arrancan fácilmente; sus raíces están ennegrecidas y bajo su corteza se constata la presencia de filamentos blanquecinos enmarañados.
24. Excoriosis: El origen geográfico de la excoriosis es incierto, pero parece ser que ha estado siempre en los viñedos europeos sin llamar mucho la atención, debido por un lado a que sus síntomas podían confundirse con la antracnosis y por otro lado a la ausencia de las condiciones ideales para su difusión. Esta enfermedad está provocada por el hongo Phomopsis viticola Sacc, y puede afectar a todos los órganos verdes de la vid, siendo su sintomatología parecida, pero los daños que ocasiona en cada uno de ellos son diferentes. Pero los daños más importantes aparecen sobre los sarmientos.
25. Necrosis bacteriana: La necrosis bacteriana es una enfermedad producida por Xanthomonas ampelina Panagopoulos que penetra en la planta a través de las heridas provocadas por la poda, laboreo del suelo, injertos, etc. Las yemas y los brotes jóvenes contaminados poco después del desborre a partir de las heridas de poda, se desecan y mueren. Normalmente los brotes afectados presentan sectorialmente un oscurecimiento y una ligera hinchazón de los tejidos, se agrietan y después se necrosan. Las hojas pueden presentar sectores secos en el peciolo o pequeñas manchas dispersas en el limbo de aspecto aceitoso. Los botones florales se ennegrecen y se secan.
26. Flavescencia dorada: El agente patógeno es un micoplasma transmitido por un cicadélido, Scaphoideus littoralis Ball, que vive únicamente en la vid. Las cepas enfermas presentan en algunas variedades un porte llorón. Los síntomas pueden estar localizados en algunos pámpanos de la cepa o afectar a toda la planta, aparecen a finales de primavera y en verano. Normalmente las hojas se vuelven duras, quebradizas y se enrollan hacia abajo, adquiriendo una coloración amarilla en las variedades blancas o rojo en las tintas. Las inflorescencias se desecan y caen convertidas en polvo, el raspón se seca y las bayas se arrugan y no maduran.
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